La incontinencia urinaria es la pérdida involuntaria del control de la vejiga y no es una parte normal del envejecimiento y, además, se puede tratar.
Los dos tipos más comunes de incontinencia urinaria que afectan a las mujeres son la incontinencia de esfuerzo, como cuando se estornuda o se tose, y la incontinencia de urgencia, también llamada vejiga hiperactiva, que puede estar relacionada con infecciones del tracto urinario.
La incontinencia afecta en el doble de los casos a las mujeres que de hombres y esto puede deberse a situaciones como el embarazo, por aumento de la presión en la pelvis durante el tercer trimestre, también por el parto vaginal, la episiotomía, los desgarros vaginales y por último por la menopausia y la atrofia vaginal.
En el caso de los embarazos, se pueden producir prolapsos de órganos pélvicos que precisen también de cirugía, la cual se puede hacer por vía vaginal o por laparoscopia.
Puede ser necesaria la instalación de mallas de diferentes tipos, estas cirugías son las pectopexias y las sacropexsias.
Otra causa de prolapsos, puede ser la falta de ejercicio físico, porque debilita la musculatura pelviana.
También la falta de fisioterapia y rehabilitación tras el parto, en estos casos el entrenamiento pélvico, la fisioterapia manual y los ejercicios hipopresivos mejoran la salud de la musculatura pélvica.
Otros problemas de salud como la diabetes o la esclerosis múltiple, pueden causar daño a los nervios de la vejiga, la uretra o los músculos del suelo pélvico.
En cualquier caso, puedes contactar con nosotros sin compromiso, para disponer de información más detallada, en tu caso en particular.