Según la Sociedad Española de Fertilidad, una de cada 100 mujeres menores de 40 años y una de cada 1.000 antes de los 30 años tiene un fallo ovárico prematuro.
Desafortunadamente, la menopausia temprana tiende a presentarse con todas las características de la menopausia regular, solo que en un punto mucho más temprano.
Hay una serie de síntomas de la menopausia temprana, que nos indican que este momento puede estar llegando.
El primer y más importante signo de la menopausia prematura son los períodos que se vuelven impredecibles tanto en el tiempo como en la cantidad de flujo.
El segundo, los niveles hormonales más bajos, ya que, pueden ser signos de una menopausia más temprana.
El tercero, los sofocos y los sudores, que son unos de los síntomas más comunes de la menopausia temprana o regular. Estos son cambios repentinos en la temperatura del cuerpo que pueden causar calor y sudor para la mujer.
El cuarto, la falta de libido. Este desajuste hormonal provoca la falta de deseo sexual durante periodos relativamente largos.
El quinto y último, la sequedad vaginal. Durante la menopausia, las paredes de la vagina pueden volverse más delgadas y perder algo de su elasticidad, lo que puede causar dolor durante las relaciones sexuales.
Las mujeres que sufren de menopausia temprana pueden tener cambios de humor impredecibles, provocados por los desajustes hormonales, por lo que tener un buen sistema de apoyo emocional durante este tiempo, puede ser muy beneficioso.
Una de las formas de ayudar a minimizar los efectos de las diversas complicaciones de la menopausia temprana es tratar de vivir un estilo de vida sano, tanto a nivel físico como emocional, con una dieta saludable, hacer ejercicio y dormir bien.
En cualquier caso, puedes contactar con nosotros sin compromiso, para disponer de información más detallada, en tu caso en particular.