Las hemorroides, también conocidas como almorranas, son venas hinchadas en la parte inferior del ano y el recto, similares a las venas varicosas.
Se puede decir que es una dolencia habitual que perdura a lo largo del tiempo y que conforme van pasando los años lo lógico es que empeoren.
Los síntomas de las hemorroides varían según los casos.
Las hemorroides externas a menudo provocan un dolor insoportable y, a veces, decaimiento.
El sangrado y la formación de un coágulo que estira la piel del área anal son la causa del dolor.
Sin embargo, las hemorroides internas, se clasifican en una escala del uno al cuatro, con síntomas dolorosos que aumentan a medida que aumenta el grado.
En el grado 1, las hemorroides tienen un sangrado rectal indoloro.
En el grado 2, se manifiestan con un dolor y malestar por prolapso o protuberancia de la abertura anal.
En el grado 3, se aprecian por un dolor e incomodidad ocasionado por una protuberancia de la abertura anal que requiere ser empujada hacia adentro.
En el grado 4, se manifiestan con un dolor y molestias por hemorroides que están atascadas en la posición de prolapso y generalmente requieren cirugía.
A veces, las personas con hemorroides inflamadas no experimentan ningún síntoma.
Otras veces, los síntomas pueden disiparse rápidamente, ya que, las hemorroides pueden resolverse por sí solas en unos pocos días.
Sin embargo, para algunas personas, la única forma de obtener alivio de las hemorroides es buscar tratamiento de un médico.
Las hemorroides se vuelven más comunes a medida que envejecemos.
Para evitar que se conviertan en un problema, es recomendable beber mucha agua, consumir mucha fibra, hacer ejercicio y no sentarse en el inodoro durante demasiado tiempo.
En cualquier caso, puedes contactar con nosotros sin compromiso, para disponer de información más detallada, de tu caso particular.