La diverticulosis y la diverticulitis son dos afecciones que ocurren en el intestino grueso o colon y se conocen como enfermedad diverticular.
Los divertículos intestinales, son uno o más bolsillos o protuberancias que se forman en la pared del colon y según se encuentren inflamados o no, reciben uno u otro nombre.
Los divertículos pueden variar desde el tamaño de un guisante hasta mucho más grandes.
Aunque pueden formarse en cualquier parte del revestimiento interno del colon, se encuentran más comúnmente en la parte inferior izquierda.
Aunque los divertículos no desaparecerán por sí solos, no son dañinos y por lo tanto, generalmente no necesitan tratamiento.
Pero se pueden recomendar medidas que pueden reducir el riesgo de que la afección progrese a diverticulitis la cual se manifestaría con dolor y sensibilidad abdominal, así como náuseas y fiebre.
Si esto sucediera, habría que descartar primero otras causas gastrointestinales, como la enfermedad de Crohn, síndrome del intestino irritable o la apendicitis.
El tratamiento de la diverticulitis consiste en tomar antibióticos para deshacerse de la infección.
Las personas pueden tomar medidas para reducir el riesgo de desarrollar diverticulitis como tomar alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras, beber mucha agua, realizar actividad física y evitar el tabaco.
Si las personas experimentan síntomas leves de diverticulosis, pueden aliviar el dolor con analgésicos. Sin embargo, es importante evitar los medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, como aspirina e ibuprofeno, ya que pueden causar irritación intestinal.
En cualquier caso, puedes contactar con nosotros sin compromiso, para disponer de información más detallada, de tu caso particular.